La cigarra y la hormiga es uno de los cuentos atribuidos a Esopo y recreados posteriormente por Jean de La Fontaine y Félix María Samaniego.
Es un clásico que todos conocemos y con una moraleja muy importante.
En esta ocasión os dejamos un minicuento para que puedas en inglés y en castellano para que aparte de disfrutar de la bonita historia de la cigarra y la hormiga, puedas aprender idiomas con tus hijos.
¡Esperamos que os guste!
The Grasshopper and the Ants
In a field one summer’s day a grasshopper was hopping about, chirping and singing to its heart’s content. A group of ants walked by, grunting as they struggled to carry plump kernels of corn.
«Where are you going with those heavy things?» asked the grasshopper.
Without stopping, the first ant replied, «To our ant hill. This is the third kernel I’ve delivered today.»
«Why not come and sing with me,» teased the grasshopper, «instead of working so hard?»
«We are helping to store food for the winter,» said the ant, «and think you should do the same.»
«Winter is far away and it is a glorious day to play,» sang the grasshopper.
But the ants went on their way and continued their hard work.
The weather soon turned cold. All the food lying in the field was covered with a thick white blanket of snow that even the grasshopper could not dig through. Soon the grasshopper found itself dying of hunger.
He staggered to the ants’ hill and saw them handing out corn from the stores they had collected in the summer. He begged them for something to eat.
«What!» cried the ants in surprise, «haven’t you stored anything away for the winter? What in the world were you doing all last summer?»
«I didn’t have time to store any food,» complained the grasshopper; «I was so busy playing music that before I knew it the summer was gone.»
The ants shook their heads in disgust, turned their backs on the grasshopper and went on with their work
Fuente: https://www.dltk-teach.com/fables/grasshopper/mstory.htm.
Traducción del cuento de la cigarra y la hormiga
Un bonito día de verano, en una llanura verde, un saltamontes brincaba y cantaba alegremente. En ese mismo momento, pasó un grupo de hormigas que estaban muy cansadas de cargar los granos de maíz.
«¿A dónde vais con esos alimentos tan pesados?», preguntó el saltamontes.
Sin detenerse ni un solo instante, la primera hormiga respondió, «A nuestro hormiguero a llevar toda la comida que hemos recogido hoy».
«¿Por qué no vienes y cantas conmigo en lugar de trabajar tan duro?», bromeó el saltamontes.
«Estamos ayudando a almacenar alimentos para el invierno. Creemos que usted debería hacer lo mismo», dijo la hormiga.
«Queda mucho para el invierno y hoy hace un día precioso para jugar», cantó el saltamontes.
Aún así, las hormigas siguieron su camino y continuaron su arduo trabajo.
El clima pronto cambió y unas nubes encapotadas se esparcieron por el cielo. El ambiente se volvió húmedo y predominó el frío.
Toda la comida que yacía en el campo estaba cubierta con una gruesa capa de nieve blanca que ni siquiera el saltamontes podía atravesar. Pronto, el saltamontes no tenía nada que comer y estaba pasando mucha hambre.
Se tambaleó hasta la colina donde vivían las hormigas y las vio repartiendo el maíz que habían recogido durante el verano.
El saltamontes hambriento, les rogó algo de comer.
«¿Qué?» gritaron las hormigas sorprendidas, «¿No has guardado nada para el invierno? ¿Qué estuviste haciendo todo el verano pasado?».
«No tuve tiempo de almacenar comida», se quejó el saltamontes; «Estaba tan ocupado tocando música que, antes de darme cuenta, el verano se había ido».
Las hormigas sacudieron la cabeza con disgusto, volvieron la espalda al saltamontes y continuaron con su trabajo.
La hormiga miró al saltamontes y dijo, “Todo el verano trabajé duro mientras te burlabas de mí, cantabas y bailabas. Deberías haber pensado en el invierno. Encuentra otro lugar para cantar, saltamontes, aquí no hay calor ni comida para tí», y la hormiga cerró la puerta en la cara del saltamontes.
Moraleja de la fábula de la cigarra y la hormiga
La fábula de la cigarra y la hormiga tiene una moraleja fundamental que todos los pequeños deben aprender para valorar la importancia del esfuerzo y del trabajo duro.
La hormiga trabaja duramente durante todo el verano para guardar comida para cuando llegue el invierno, sin embargo, la cigarra se lleva todo el verano holgazaneando y cuando llega el frío no tiene nada que comer.
Es lo que pasa en nuestras vidas, hay que trabajar duro y prever para que en el futuro estemos preparados para las vicisitudes que puedan venir.
El esfuerzo y el trabajo se aprenden con constancia y rutina desde que somos pequeños. Por eso son importantes este tipo de cuentos.
Esta fabula siento que enseña mucho