No cabe la menor duda de que es una de las fábulas más conocidas de todos los tiempos. Pero, ¿cuál es la moraleja de la Liebre y la Tortuga? ¿La recuerdas?
Vamos a sacarle todo el jugo a este cuento infantil para ver qué podemos aprender del famosísimo cuento La Liebre y la Tortuga.
La liebre y la Tortuga, resumen corto.
Así podemos resumir la fábula de Esopo de la Tortuga y la Liebre:
Érase una vez una tortuga y una liebre que tenían una gran amistad y muchas veces jugaban juntos con otros muchos animales del bosque.
Sin embargo, un día la liebre se burló de la pobre tortuga porque esta era muy muy lenta, retándola a hacer una carrera contra él.
Y la tortuga aceptó.
Como es de imaginar, la liebre salió disparada y en poco tiempo estaba cerca de la meta y al mirar hacia atrás vio que la tortuga apenas había salido, así que consideró que tenía mucho tiempo y que podría tomarse una siesta.
Así que se tumbó y se durmió.
Cuando volvió a abrir los ojos vio que la tortuga estaba a punto de cruzar la meta y que era demasiado tarde.
La tortuga había ganado la carrera.
La moraleja de La Liebre y la Tortuga.
Una de las mejores cosas de este cuento es que podemos aprender cosas tanto de la Liebre como de la Tortuga, ya que ambos aprendieron grandes lecciones para la vida.
Veamos.
¿Qué aprendió la Tortuga?
La tortuga aprendió que quien es constante, aunque lento, acaba llegando antes y más lejos.
Es un valor fundamental, el tesón, la constancia, el trabajo duro, … Casi todos los grandes logros de la vida son carreras de fondo, y aunque seamos muy buenos en algo, si no nos esforzamos, acabaremos sin conseguir nada.
¿Qué aprendió la Liebre?
La liebre aprendió que no podemos ser arrogantes y engreídos. Aunque se nos dé algo realmente bien, si no nos esforzamos no conseguiremos nada, y otros, que en principio están en un nivel inferior, acabarán sobrepasándonos.
Siempre es mejor ser humildes y no confiarnos.
¿Qué pasó después de la carrera entre la tortuga y la liebre?
Después de la carrera, todos los amigos del bosque se apresuraron a felicitar a la tortuga, y fue de la liebre, que se burlaba de la tortuga, de quienes todos se rieron.
Donde las dan las toman.
Así que la liebre aprendió una bonita lección y ya no volvió a burlarse de nadie.
Y hasta a que la moraleja de la Liebre y la Tortuga. ¿Has sacado alguna más de la que podamos aprender? Deja un comentario y lo debatimos.
¡Entre tod@s seguro que aprendemos más!
Ha habido varios relatos de esta historia con los animales que difieren. Apareció en las fábulas de Esopo y también en otras culturas. En cuanto a la moraleja de la historia, también difiere según la versión. La más común es no subestimar a tu oponente. Otros incluyen: más prisa, menos velocidad.
Otro, quizás el mejor, es que el trabajo duro trae resultados.
Para aquellos que no están familiarizados con la historia, adjunto una versión a continuación:
Una tortuga lenta está cansada de que un conejo veloz la moleste, así que lo desafía a una carrera. A la mitad de la carrera, el conejo duerme la siesta porque cree que tiene mucho tiempo antes de que la tortuga termine. Sin embargo, el conejo duerme demasiado y la tortuga, moviéndose a su paso lento y constante, gana la carrera.
La liebre está increíblemente subestimada. Detrás de escena, la liebre es una gran trabajadora. Por eso es tan eficiente en su deporte. Nació con eso, pero la fábula solo lo deja perder por su… ¿merecida arrogancia?
Alternativamente, la tortuga es un personaje perezoso y de ritmo constante. Alguien que gana por casualidad. Un “participante”. Alguien que es consistente y desarrolla habilidades lentamente. La liebre podría haber perdido, pero solo por el pelo. Si se hubiera extendido un pie, la liebre habría ganado.
Compárate con un lagarto con caparazón menos evolucionado si quieres… No sé, es tu vida después de todo.
La moraleja detrás de la historia de la liebre y la tortuga es que si sigues haciendo lo tuyo, el efecto compuesto se activará. Para tener éxito, lo importante es nunca darse por vencido y seguir adelante.
Haz el trabajo. Constantemente todos los días. No se distraiga con otros que aparentemente lo están haciendo mejor que usted. Compite solo contigo mismo. Eso es lo que está haciendo la tortuga.
La falta de humildad en la vida y estar en su alto caballo no vale la pena. La liebre se está quedando dormida, no presta atención y no se esfuerza. Él está mirando hacia abajo a los demás. Estar en tu ego en lugar de apoyar a otros no vale la pena a largo plazo.
La moraleja de la liebre y la tortuga es maravillosa. A mi me ha pasado que teniendo amigas que han sido mucho más listas que yo al final han acabado con menos estudios y peores trabajos.
Con la liebre y la tortuga aprendemos la importancia del tesón, del trabajo duro y creo que es algo que se está perdiendo.
De la fábula de la «Liebre y la Tortuga» podemos aprender varias lecciones valiosas, entre ellas:
La importancia de la paciencia: La tortuga representa la paciencia y la lenta y constante perseverancia, mientras que la liebre representa la impaciencia y la falta de disciplina. La fábula nos enseña que la paciencia puede ser más efectiva a largo plazo que el correr apresurado.
La perseverancia es clave para el éxito: La tortuga gana la carrera porque no se rinde, sino que avanza de manera constante y persistente. Esto nos muestra la importancia de seguir adelante, incluso cuando las cosas se ponen difíciles.
No hay atajos en el éxito: La liebre busca atajos y descansos, pero esto no la lleva al éxito. La fábula nos muestra que el éxito requiere trabajo duro y esfuerzo constante, y que no hay atajos que lo sustituyan.
No hay que subestimar a los demás: La liebre se jacta de su velocidad y subestima a la tortuga, pero al final la tortuga gana la carrera. Esto nos muestra la importancia de no subestimar a los demás y de no hacer juicios precipitados basados en la apariencia o las percepciones.