La Liebre y la Tortuga

El cuento de «La liebre y la tortuga» es una fábula clásica que se atribuye a Esopo, un esclavo y contador de historias que vivió en la antigua Grecia alrededor del siglo VI a.C. La historia ha sido recontada y adaptada en numerosas culturas y a lo largo del tiempo.
En esta fábula, la liebre y la tortuga deciden tener una carrera. La liebre, conocida por su velocidad, está segura de su victoria y se burla de la lentitud de la tortuga. Durante la carrera, la liebre se confía tanto que decide tomar una siesta, pensando que tiene tiempo de sobra para ganar. Mientras tanto, la tortuga continúa avanzando con paso lento pero constante. Al final, la tortuga termina ganando la carrera, sorprendiendo a todos.
Esta historia es una metáfora sobre la perseverancia y la constancia, y cómo estas pueden superar a la velocidad o la confianza excesiva. El mensaje central es que ser rápido no siempre garantiza el éxito y que el esfuerzo constante puede rendir frutos inesperados. La moraleja de la historia es «lento pero seguro» o «la constancia vence lo que la dicha no alcanza».
«La liebre y la tortuga» es una fábula que ha sido interpretada de diferentes maneras, pero generalmente se utiliza para enseñar a los niños el valor de la perseverancia y el trabajo duro, así como para advertir sobre los peligros del exceso de confianza y la complacencia.
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