¿Qué significa para ti la historia de Ricitos de Oro? Tal vez nada, tal vez todo. La historia de Ricitos de Oro y los tres osos es uno de esos cuentos infantiles clásicos que necesita poca o ninguna presentación. Es un relato sobre una niña que, al vagar por el bosque, se encuentra con la casa de los tres osos.
Al notar que la puerta está entreabierta, Ricitos de Oro decide entrar en la casa de los osos. Una vez dentro, se sienta y rompe un taburete, prueba todo el porridge y luego se acuesta para echar una siesta en la cama que está «justo bien».
Aunque la historia en sí misma es muy simple, hay moralejas en la historia que puedes aprender para ti mismo o enseñar a tus hijos mientras lees la historia juntos.
1. No Todos Venimos en un Solo Tamaño
Los osos tenían tres sillas, tazones y camas de diferentes tamaños porque no eran de la misma edad ni del mismo tamaño. Cada objeto en su casa estaba adaptado para satisfacer sus necesidades individuales. La misma Ricitos de Oro los probó todos hasta que encontró la silla correcta, el tazón de porridge y la cama correcta para ella.
No todos venimos en un solo tamaño. Todos tenemos diferentes deseos, necesidades y opiniones, todos basados en muchos factores diferentes que ocurren en nuestras vidas diarias. No podemos forzar a los demás a ser todos iguales. En cambio, debemos celebrar nuestras diferencias y, como lo expresó mejor John Lennon, «Y el mundo será uno solo.»
Tu puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único.
Espero que algún día te unas a nosotros, y el mundo será uno solo.
— John Lennon
2. Todos Nos Gustan y Queremos Cosas Diferentes
Ricitos de Oro tenía sus propios gustos y disgustos. Probó cada objeto de la casa hasta que encontró los que le gustaban. Los que se adaptaban a sus necesidades. Por supuesto, dejó un rastro de destrucción a su paso, pero eso es una historia para otro momento.
¿Qué significa esto para ti? En tu vida diaria te encontrarás con personas que son diferentes a ti. Estas personas tienen diferentes gustos y disgustos, deseos y necesidades.
La clave para vivir juntos como uno solo está en tomarse el tiempo para conocer la historia de cada uno. Ver de dónde vienen. En esto podemos seguir adelante, todos juntos diferentes, pero trabajando como uno solo.
3. Ayuda a Quienes Necesitan Ayuda
La tercera lección se centra no en Ricitos de Oro sino en las reacciones de los tres osos cuando encontraron a un intruso en su casa. Ricitos de Oro nunca fue bienvenida en la casa de los osos. Ella decidió entrar y participar de lo que la casa tenía para ofrecer.
Los osos, al encontrarla allí, podrían haberse enfadado y la hubieran echado de la casa. Tenían todo el derecho a proteger su hogar, al igual que todos nosotros hoy en día. Sin embargo, los osos optaron por extender una pata en amistad y hospitalidad hacia Ricitos de Oro.
La lección para todos nosotros es hacer lo mismo. No dejar que la gente entre en nuestras casas cuando quiera, sino extender una mano de ayuda con tal vez una comida, unos momentos de nuestro tiempo, o lo que la necesidad pueda ser.
Ricitos de Oro – Una reflexión final sobre su moraleja
Ahí los tienes. Tres lecciones morales, que son sin duda la piedra angular de la vida, de un cuento infantil. Esta vez Ricitos de Oro y los Tres Osos.
Cuando leas historias a tus hijos, tómate el tiempo para encontrar las moralejas que puedes enseñarles. Cada historia las tiene si solo miras de cerca.
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